La fábrica KILINE de Shanghái tiene una superficie de aproximadamente 11000 metros cuadrados, cuenta con 20 líneas de producción automatizadas y tiene una producción de más de 900 millones de toneladas por año.
Tiene una producción estable, poder técnico y un sistema de gestión de la producción, y fortalece en gran medida la competitividad mediante la reducción de costos de fabricación y la mejora de la calidad.